Las autoridades del resguardo indígena Cañamomo - Lomaprieta, ubicado entre Riosucio y Supía, expresaron su preocupación ante los homicidios de Mario Andrés Cárdenas, que no pertenece a la comunidad, y el de Gloria Nancy Largo Largo, comunera de Cameguadua.

"Estos hechos delictivos se suman a los múltiples riesgos que, como territorio, comunidades y líderes hemos enfrentado en nuestra lucha histórica por la exigencia y defensa de nuestros derechos", indican en un comunicado.

Añaden que por cuenta de la estigmatización y los discursos de odio se han justificado graves violaciones a los derechos humanos de los embera chamí, y se alertó sobre el riesgo de su desaparición en Caldas.

Se sienten inseguros en el resguardo indígena

Además recalcaron sobre la falta de seguridad efectiva que genera una preocupación constante ante el resurgimiento de temores, ansiedad y zozobra en la parcialidad indígena.

"Más allá de la precaria acción gubernamental, no desconocemos los avances importantes, pero somos conscientes de crímenes que se mantienen en total impunidad como las quemas sistemática de nuestros trapiches comunitarios en la actualidad y las masacres como la de La Rueda donde quitaron la vida a varios de nuestros líderes indígenas", añaden.

Pidieron a la Presidencia de la República la implementación de medidas de seguridad y a la Fiscalía, la presentación de un informe sobre avances de las investigaciones, así como las denuncias que han hecho como resguardo.